Pep Guardiola lo cargó un hincha de Liverpool y casi terminan a las piñas
Internacional
El entrenador del Manchester City protagonizó un tenso intercambio con un fanático en plena calle, reflejando el difícil momento que atraviesa tanto a nivel profesional como personal.
La presión parece haber alcanzado a Pep Guardiola, quien enfrenta uno de los periodos más complicados de su carrera al mando del Manchester City. En medio de una temporada con resultados irregulares y la sombra de los 115 cargos que pesan sobre el club por presuntas violaciones al fair play financiero, el técnico catalán ha mostrado signos de desgaste emocional.
El episodio más reciente involucró un altercado con un hincha de Liverpool tras la derrota del City por 2-0 en Anfield. Según testigos, el aficionado lanzó una burla directa hacia Guardiola al gritarle: “Llora, llora porque perdiste”.
La reacción del entrenador fue inmediata: se detuvo, giró bruscamente y encaró al provocador mientras gritaba: “¿Querés saber lo que es perder?”. Sin embargo, el enfrentamiento no pasó a mayores gracias a la intervención de dos personas que acompañaban al técnico, quienes lo detuvieron antes de que la situación se agravara.
Este incidente se suma a una serie de comportamientos recientes que han encendido las alarmas. Tras un empate inesperado 3-3 contra el Feyenoord en Champions League, apareció en rueda de prensa con rasguños en la cabeza y la nariz lastimada, explicando luego que se trataba de un acto de autocontrol fallido.
Días después, emitió un comunicado pidiendo disculpas y destacando la importancia de la salud mental en el deporte de alto rendimiento.
Durante el mismo partido contra Liverpool, Guardiola respondió a cánticos burlones de los hinchas locales con un gesto mostrando seis dedos, haciendo alusión a las seis Premier League que ha ganado con el City. Este gesto revivió una vieja polémica con José Mourinho, quien criticó en su momento la actitud provocativa del entrenador catalán hacia las hinchadas rivales.
El desgaste emocional en el fútbol de élite no es novedad, y Guardiola ha sido en el pasado un defensor de la estabilidad mental en los entrenadores. Sin embargo, este cúmulo de episodios recientes pone en evidencia que incluso los más exitosos no están exentos de las presiones extremas del deporte moderno.