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Un defensor atajó un penal y clasificó a su equipo

Internacional
05/12/2024 • 22:11

En el duelo entre Logroñés y Girona, por la segunda ronda, se vivió un hecho muy particular en una tanda de penales que tuvo a un jugador de campo como protagonista.

El fútbol siempre sorprende, y esta vez lo hizo en la Copa del Rey de España, donde un hecho insólito fue protagonista. En el duelo entre Logroñés y Girona por la segunda ronda del torneo, el defensor Pol Arnau, de tan solo 19 años, se calzó los guantes, atajó un penal y selló la clasificación de su equipo, que milita en la cuarta división, a la siguiente instancia de la competencia que cada vez está más apasionante.

El partido terminó 0-0 en el tiempo reglamentario y se encaminó al alargue, pero en el minuto 102, el arquero titular del Logroñés, Kike Royo, tuvo que abandonar el campo tras una lesión en la cabeza.

Con los cambios agotados, Arnau, hijo del ex arquero del Barcelona Francesc Arnau, se ofreció para ocupar el arco. Vestido con la camiseta del suplente Álex Daza, defendió los tres palos y se convirtió en héroe de la jornada.

En la tanda de penales, el Girona parecía tener ventaja, pero Arnau tenía otros planes. Tras el gol inicial de Donny van de Beek para el equipo visitante, llegó el turno de Abel Ruiz. El delantero remató débil a la izquierda, y el improvisado arquero adivinó el disparo, deteniendo el penal y desatando la euforia de los hinchas presentes en el Estadio Nuevo Municipal Las Gaunas.

El marcador final de la tanda fue 4-3 para el Logroñés, con el disparo definitivo ejecutado por Yasin Iribarren, que selló la hazaña del conjunto riojano frente a un rival de la primera división.

Al finalizar el encuentro, Pol Arnau habló con los medios y dedicó su actuación a su padre, fallecido en 2021: "Antes de los penales se vino la imagen de mi padre. Siempre lo tengo presente. Sabía que él me estaba ayudando. Esto es gracias a él", expresó con emoción en declaraciones al programa El Larguero.

La gesta del Logroñés quedará en la historia de la Copa del Rey, no solo por la hazaña de eliminar al Girona, sino por el coraje y la valentía de un joven defensor que se animó a ponerse los guantes y ser el héroe inesperado de la noche.